Mejorar el clima urbano

El reverdecimiento de las fachadas ayuda a regular la temperatura en la ciudad. Las plantas absorben la radiación solar y reducen así la carga térmica. También evaporan la humedad, lo que contribuye a aumentar la humedad y mejorar la calidad del aire. Además, el reverdecimiento de las fachadas puede ayudar a reducir la velocidad del viento y mitigar así el efecto de sensación térmica en invierno.

Mejorar la calidad del aire

El reverdecimiento de las fachadas puede contribuir a mejorar la calidad del aire en la ciudad. Las plantas absorben contaminantes como el dióxido de carbono, los óxidos de nitrógeno y el polvo fino del aire y liberan oxígeno. Esto mejora la calidad del aire y reduce el riesgo de enfermedades respiratorias.

Mejora de la estética

El reverdecimiento de las fachadas puede contribuir a mejorar la estética de la ciudad. Una fachada verde es un reclamo natural y puede ayudar a romper la monotonía del paisaje urbano. Además, la ecologización de la fachada puede contribuir a mejorar el aspecto de un edificio y prolongar su vida útil.

Reducción del ruido

El reverdecimiento de las fachadas puede ayudar a reducir el ruido en la ciudad. Las plantas absorben las ondas sonoras y reducen así el nivel de ruido en el entorno.

Condiciones climáticas

No todas las plantas son adecuadas para reverdecer una fachada. La elección de las plantas adecuadas depende de las condiciones climáticas, especialmente de la luz solar, la temperatura y las precipitaciones. Algunas especies vegetales también pueden provocar reacciones alérgicas, lo que debe tenerse en cuenta a la hora de seleccionar las plantas.

Aspectos técnicos

La fijación de plantas a la fachada requiere técnicas y materiales especiales para garantizar que las plantas queden sujetas de forma segura y estable. También es importante asegurarse de que la plantación no cause daños a la fachada, especialmente en los edificios históricos.

Mantenimiento y cuidado

El reverdecimiento de una fachada requiere un mantenimiento y cuidados regulares para garantizar que las plantas permanezcan sanas y estables. Esto incluye regar, abonar, podar y limpiar para garantizar que las plantas se mantengan en buen estado y no causen daños.

Bajo mantenimiento

El musgo preparado requiere muy pocos cuidados y mantenimiento en comparación con otras especies vegetales. El musgo no necesita riego ni abono y no precisa podas regulares.

Alta resistencia

El musgo preparado es muy resistente a las condiciones ambientales, como las fluctuaciones de temperatura y las precipitaciones. También puede prosperar en superficies de fachadas poco ventiladas o sombrías donde otras especies vegetales tendrían dificultades.

Requiere poco espacio

El musgo preparado requiere poco espacio y también puede aplicarse a pequeñas superficies de fachada. En comparación con otros tipos de plantación, no requiere jardineras profundas ni sistemas de raíces.

Óptica atractiva

El musgo preparado confiere a las fachadas un aspecto atractivo y natural. Existen muchos tipos diferentes de musgo, que varían en color y textura, lo que ofrece una amplia gama de posibilidades de diseño.

Efecto purificador del aire

El musgo preparado ayuda a mejorar la calidad del aire filtrando los contaminantes del aire. También puede ayudar a reducir los niveles de ruido al actuar como barrera acústica.